La compasión y la fe llevaron a un adolescente a fundar una cofradía para proteger a los niños

Nunca subestimes el poder de la oración.

Esa es exactamente la lección subyacente que Adam Marquart aprendió de sus padres Greg y Lisa Marquart, y de la que se hicieron eco sus profesores de la escuela católica y varios sacerdotes importantes en su vida. Es la lección que motivó la idea de Marquart de crear la Cofradía de San Nicolás, un movimiento que busca la intercesión del santo para proteger moral, física y espiritualmente a todos los niños de los abusos sexuales, la trata de seres humanos y otras circunstancias perjudiciales.

Marquart, miembro de la parroquia de Nuestra Señora de la Paz en la sección del condado de Marshall de Wheeling, creció con su hermana Natalie en un hogar lleno de amor.

"Siempre cenábamos en familia, y mis padres siempre me hacían preguntas sobre mi día y cómo me iba en la escuela", dijo. "(Mis padres) me dieron una base sólida de fe, razón y compasión por los demás. En este mundo en constante cambio, tener esta base ha sido crucial para la progresión de mis estudios, amistades y relación con Dios. Amo a mi familia, porque mi familia es donde primero aprendí a amar".

Fue cuando cursaba el bachillerato en Wheeling Park, cuando Marquart tomó conciencia del maltrato infantil.

"Empecé a preocuparme mucho", afirma. "Me sumergí en la conciencia de los problemas y de ahí surgió la creciente necesidad de hacer algo. Lo que aprendí estaba tan lejos de mi propia realidad, pero es la realidad de tantos, realidades horribles que nuestro mundo ha aceptado y tolerado. Es increíble. ¿Qué podría hacer? Como sociedad, nos hemos vuelto insensibles.

"San Maximiliano Kolbe dijo: 'El veneno más mortífero de nuestro tiempo es la indiferencia'. Nuestra falta de preocupación es enfermiza", dijo Marquart. "Sabía en mi corazón que tenía que hacer algo, pero ¿qué? Hago un buen trabajo siendo provida, pero no había considerado esto provida, y sin embargo lo es. No estaba haciendo lo suficiente. No estamos haciendo lo suficiente. Entonces pensé a quién acudir mejor que a San Nicolás".

Marquart se consumió por su buena intención, lo que le llevó a la idea de un grupo de oración dedicado específicamente a rezar por los niños. Con la ayuda del P. Brian Crenwelge, de la parroquia universitaria de San Juan, a la que Marquart asiste como estudiante de la Universidad de Virginia Occidental, pudo diseñar la Cofradía de San Nicolás. Poco después se reunió con el obispo Mark Brennan en la Cancillería de la diócesis de Wheeling-Charleston para proponerle el programa.

"El Obispo Brennan compartió un momento como pastor, cuando se encontró con una joven que había sido abusada, y después de compartir la historia, dijo algo que nunca olvidaré: 'Cada día nuestro mundo muestra más y más que necesita un Salvador'", dijo Marquart. "(El obispo Brennan) continuó diciendo que el abuso infantil y los problemas asociados son, en última instancia, un problema espiritual que requiere una solución espiritual".

Unas semanas más tarde, el obispo Brennan aprobó la cofradía. En una carta que el obispo envió a los párrocos y fieles decía: "Como el obispo San Nicolás defendió la divinidad de Cristo contra quienes la negaban, imploramos sus oraciones para defender a los niños y jóvenes de todos los ataques a su bienestar moral y espiritual. Unirse a la Cofradía de San Nicolás es una forma providencial de participar en las oraciones ofrecidas a este santo con ese fin."

Desde su creación hace menos de un mes ya hay más de 90 miembros. Aunque la mayoría proceden de la diócesis de Virginia Occidental, también hay miembros de las diócesis de Steubenville, Youngstown y Pittsburgh, del Seminario de Santa María y de las iglesias católicas orientales de los tres estados.

El obispo Brennan no sólo quedó impresionado por la cofradía, sino también por la determinación de Marquart, que aún es un adolescente.

Si tiene la suerte de pasar un rato con Marquart, lo más probable es que se vaya con la sensación de que es maduro para su edad, un alma vieja, podríamos decir.

"Dios me ha regalado muchas personas maravillosas en mi vida, y todas han alimentado mi gran curiosidad por la fe y mi deseo de aprender más", afirma.

En la escuela primaria en Nuestra Señora de la Paz, Marquart dijo que fue el P. Dennis Schuelkens, "quien pacientemente respondería a todas mis preguntas espirituales y dudas naturales de una manera reflexiva y sustancial."

Considera al P. Martin Smay su director espiritual.

"El P. Smay me introdujo en los escritos de San Alfonso de Ligorio, que me ha motivado a intensificar mi vida espiritual. Cuando lees algunos de sus sermones sobre cómo llegar al cielo te das cuenta de que no es fácil llegar. Todos podemos hacer un mejor trabajo para salvar nuestra alma y las de los demás".

Dice que tiene una oración de afirmación que aprendió del padre Jason Charron, de la Iglesia Católica Ucraniana de Wheeling, que le mantiene con los pies en la tierra en momentos de ansiedad o preocupación. Es la Oración de Jesús o la oración del corazón: "Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador".

"Estoy seguro de que no habrá un momento en mi vida en el que no necesite Su misericordia", dijo.

Marquart dijo que todos debemos comprometernos a rezar y aprender sobre nuestra fe, y cuando lo hacemos, podemos formar parte de una solución espiritual a los problemas que nos rodean.

"Para mí, sé que pase lo que pase, sea cual sea el problema que tenga o el problema por el que estén agobiadas las personas que me importan, sé que puedo descansar en Cristo, y Él se ocupará de ello", dijo la estudiante de segundo año de Finanzas. "El mundo y la sociedad intentan decirnos o vendernos que tienen las respuestas, pero Dios es realmente la respuesta".

Los recursos para mantenerse centrado en Cristo y crecer en la fe están por todas partes, dijo Marquart, "muchos están en la palma de tu mano" a través de aplicaciones, podcasts y blogs. Una de sus aplicaciones favoritas es CatenaBible, que conecta versículos de las Escrituras con comentarios de santos. Un podcast/blog que le gusta es Pints with Aquinas, que invita a personas católicas influyentes (religiosos, autores, sacerdotes, etc.) a hablar sobre diversos temas de la Iglesia.

Tanto si tu mentalidad católica es tradicional como contemporánea o algo intermedio, nuestra Iglesia es tan grande que es culpa nuestra si no somos capaces de enriquecer nuestro espíritu, dijo. "Tenemos que aprender más. Necesitamos rezar más para no volvernos insensibles a los males de la sociedad".

Para saber más sobre la Cofradía y hacerse miembro, visite su sitio web: https://dwc.org/evangelization-and-catechesis/confraternity-of-st-nicholas